Son muchos los estudios realizados sobre Sigmund Freud y su obra. Sin embargo, inexplicablemente, poco o nada se ha hablado de la íntima relación de Freud con la coca, no obstante que tan alucinante predilección, fue, en su tiempo, de conocimiento general, y admitido por el mismo científico, que incluso, publicó artículos en revistas especializadas explicando las virtudes y la conveniencia de su empleo.
Debido a la mala fama social que obtuvo pronto la cocaína, las públicas manifestaciones de Freud sobre la conveniencia de su uso terapéutico, le originaron más dolores de cabeza que satisfacciones. Sus principales publicaciones en torno al controvertido asunto, fueron: Uber Coca (1884) Contribución al conocimiento de los efectos de la cocaína (1885) y Notas sobre el ansia y el miedo a la cocaína (1885).
Las pocas indagaciones sobre la histórica relación, indican que la sustancia tenía un especial efecto en la capacidad intelectual del Maestro del Psicoanálisis, hasta el punto de suponer, que sin su frecuente ingesta, no habría elaborado sus interesantes y polémicas teorías, todavía hoy discutidas. Pero en mi sentir, tal circunstancia no disminuye la gloria que amerita su creativa producción relativa al complicado mundo de la Sicología.
No es posible minimizar inocentemente las profundas alteraciones asociativas, cognitivas y emocionales, que una alta dosis permanente, –como en el caso de Freud- puede provocar en una persona sensible a la sustancia adictiva. ¿Cuánto le deben a la cocaína La Técnica de la Libre Asociación y las Topologías del Aparato Síquico? ¿Cómo ayudó a abrir las puertas de exploración del subconsciente, esta sustancia que fue, y es usada aún, medicinalmente, por sabios indígenas en zonas de Perú, Colombia, Bolivia y el Norte Argentino?
Serias investigaciones indican que la cocaína, en algunas personas, produce una formidable claridad de pensamiento, y en ocasiones, una sorprendente fluidez verbal. ¿Quién podría afirmar que los más lúcidos ensayos de Freud no fueron escritos bajo la profunda influencia del perico? Frente a la conjunción única y productiva del científico y la coca, podríamos pensar que los pacientes cuyos problemas sirvieron para importantes construcciones teóricas, eran atendidos por un terapeuta, que estaba en ese mismo momento asistencial, bajo la influencia directa de una ingesta de coca, producida minutos antes.
Freud murió en Londres, el 23 de septiembre de 1923. Volvamos al principio: ¿Cuánto le debe el sicoanálisis a la cocaína? Otro de los interrogantes históricos sin respuesta posible…
Debido a la mala fama social que obtuvo pronto la cocaína, las públicas manifestaciones de Freud sobre la conveniencia de su uso terapéutico, le originaron más dolores de cabeza que satisfacciones. Sus principales publicaciones en torno al controvertido asunto, fueron: Uber Coca (1884) Contribución al conocimiento de los efectos de la cocaína (1885) y Notas sobre el ansia y el miedo a la cocaína (1885).
Las pocas indagaciones sobre la histórica relación, indican que la sustancia tenía un especial efecto en la capacidad intelectual del Maestro del Psicoanálisis, hasta el punto de suponer, que sin su frecuente ingesta, no habría elaborado sus interesantes y polémicas teorías, todavía hoy discutidas. Pero en mi sentir, tal circunstancia no disminuye la gloria que amerita su creativa producción relativa al complicado mundo de la Sicología.
No es posible minimizar inocentemente las profundas alteraciones asociativas, cognitivas y emocionales, que una alta dosis permanente, –como en el caso de Freud- puede provocar en una persona sensible a la sustancia adictiva. ¿Cuánto le deben a la cocaína La Técnica de la Libre Asociación y las Topologías del Aparato Síquico? ¿Cómo ayudó a abrir las puertas de exploración del subconsciente, esta sustancia que fue, y es usada aún, medicinalmente, por sabios indígenas en zonas de Perú, Colombia, Bolivia y el Norte Argentino?
Serias investigaciones indican que la cocaína, en algunas personas, produce una formidable claridad de pensamiento, y en ocasiones, una sorprendente fluidez verbal. ¿Quién podría afirmar que los más lúcidos ensayos de Freud no fueron escritos bajo la profunda influencia del perico? Frente a la conjunción única y productiva del científico y la coca, podríamos pensar que los pacientes cuyos problemas sirvieron para importantes construcciones teóricas, eran atendidos por un terapeuta, que estaba en ese mismo momento asistencial, bajo la influencia directa de una ingesta de coca, producida minutos antes.
Freud murió en Londres, el 23 de septiembre de 1923. Volvamos al principio: ¿Cuánto le debe el sicoanálisis a la cocaína? Otro de los interrogantes históricos sin respuesta posible…
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