Semillero de periodistas Álvaro Cepeda Samudio
Los géneros periodísticos, como los literarios, son formas de expresión escrita que difieren según las necesidades u objetivos de quienes los elaboran. Durante siglos, antes del surgimiento del llamado lenguaje periodístico, se destacaron dos formas de presentar los hechos: el relato homérico, o sea la presentación de los hechos acorde con su importancia decreciente, colocando en los primeros párrafos lo más importante, y el relato cronológico, es decir, .según su aparición en el tiempo.
Concluimos que éstas son las dos grandes formas de expresión escrita que tuvo la literatura, desde la Antiguedad hasta el Renacimiento, cuando empezaron a surgir nuevas modalidades.
Los relatos homéricos de la antigüedad, presentan la fórmula que hoy, con algunas variantes, se denomina “pirámide invertida” y lead. Por tanto, resulta válido decir, que en el primer libro de la Biblia, el Génesis, se encuentra el primer lead de la historia: “En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía ninguna forma., todo era un mar profundo, lleno de oscuridad… Y entonces Dios dijo: Que haya luz… y hubo luz… Después separó a la luz de la oscuridad. Es decir, hizo el día y la noche”… Y así sucesivamente, Dios dispuso las tareas de la creación del mundo en orden decreciente, tal como está consignado en el primer párrafo del Génesis, que viene a ser, señores estudiantes de Comunicación Social y amantes del periodismo, como anotamos, el primer lead de la historia.
Con el paso de los años, el estilo de relatar los hechos según su fuerza decreciente, fue cediendo ante los relatos cronológicos, que seguían con rigor el discurrir temporal, No importaba que el asunto más importante estuviese expresado al final del texto.
A pesar de ello, vale destacar que en algunas obras de Homero, como en la técnica narrativa de García Márquez, incluso en la primera oración del texto aparece el elemento más importante: “Este joven morirá al amanecer…”
En fin, señores, una vez más, “no hay nada nuevo bajo el sol”. Desde 1690, el alemán Tobías Peucer, estableció que en los textos periodísticos debían estar presentes las circunstancias de sujeto, objeto, causa, manera, lugar y tiempo, es decir, casi los mismos elementos de las denominadas cinco preguntas del lead del periodismo anglosajón que se impuso dos siglos después.
Como si fuera poco, Quintiliano, retórico hispano latino que vivió en el primer siglo de nuestra era, ideó un hexámetro interrogativo que servía para responder sobre las circunstancias en que sucedieron los hechos: quis, quid, ubi, quibus auxilis, cur, quomodo y quando (¿Quién?...¿Qué?... ¿Dónde?.. ¿Por qué?... ¿Cómo?... ¿Cuándo?...) La similitud con las famosas cinco preguntas de la escuela anglosajona de periodismo, está a la vista.
Los géneros periodísticos, como los literarios, son formas de expresión escrita que difieren según las necesidades u objetivos de quienes los elaboran. Durante siglos, antes del surgimiento del llamado lenguaje periodístico, se destacaron dos formas de presentar los hechos: el relato homérico, o sea la presentación de los hechos acorde con su importancia decreciente, colocando en los primeros párrafos lo más importante, y el relato cronológico, es decir, .según su aparición en el tiempo.
Concluimos que éstas son las dos grandes formas de expresión escrita que tuvo la literatura, desde la Antiguedad hasta el Renacimiento, cuando empezaron a surgir nuevas modalidades.
Los relatos homéricos de la antigüedad, presentan la fórmula que hoy, con algunas variantes, se denomina “pirámide invertida” y lead. Por tanto, resulta válido decir, que en el primer libro de la Biblia, el Génesis, se encuentra el primer lead de la historia: “En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía ninguna forma., todo era un mar profundo, lleno de oscuridad… Y entonces Dios dijo: Que haya luz… y hubo luz… Después separó a la luz de la oscuridad. Es decir, hizo el día y la noche”… Y así sucesivamente, Dios dispuso las tareas de la creación del mundo en orden decreciente, tal como está consignado en el primer párrafo del Génesis, que viene a ser, señores estudiantes de Comunicación Social y amantes del periodismo, como anotamos, el primer lead de la historia.
Con el paso de los años, el estilo de relatar los hechos según su fuerza decreciente, fue cediendo ante los relatos cronológicos, que seguían con rigor el discurrir temporal, No importaba que el asunto más importante estuviese expresado al final del texto.
A pesar de ello, vale destacar que en algunas obras de Homero, como en la técnica narrativa de García Márquez, incluso en la primera oración del texto aparece el elemento más importante: “Este joven morirá al amanecer…”
En fin, señores, una vez más, “no hay nada nuevo bajo el sol”. Desde 1690, el alemán Tobías Peucer, estableció que en los textos periodísticos debían estar presentes las circunstancias de sujeto, objeto, causa, manera, lugar y tiempo, es decir, casi los mismos elementos de las denominadas cinco preguntas del lead del periodismo anglosajón que se impuso dos siglos después.
Como si fuera poco, Quintiliano, retórico hispano latino que vivió en el primer siglo de nuestra era, ideó un hexámetro interrogativo que servía para responder sobre las circunstancias en que sucedieron los hechos: quis, quid, ubi, quibus auxilis, cur, quomodo y quando (¿Quién?...¿Qué?... ¿Dónde?.. ¿Por qué?... ¿Cómo?... ¿Cuándo?...) La similitud con las famosas cinco preguntas de la escuela anglosajona de periodismo, está a la vista.
El relato cronológico, sin embargo, se impuso posteriormente y fue considerado como el ‘orden natural’ con el que debían expresarse las ideas, hasta bien entrado el 1800. Es curioso saber que en los inicios del periodismo, las noticias no existían como se conocen hoy. Eran relatos de temas diversos, contados de la manera más natural posible, y en estricto orden cronológico.
Según el brasileño José Márquez de Melo, con la invención de la imprenta no nació el periodismo, sino la publicidad y la propaganda. Sólo cuando se dan ciertas condiciones de libertad económica y de pensamiento, a principios de 1700, se puede decir que nace el periodismo como tal.
Demos un gran salto histórico hasta mediados de 1800, cuando se retoma bajo la forma de la pirámide invertida, la idea del hexámetro de Quintiliano, 17 siglos después de creado. Pese a ello, la agencia norteamericana “The Associated Press”, se ha atribuido la invención del reconocido método.
La evolución del periodismo lo llevó en tiempos más recientes, al nacimiento del llamado Nuevo Periodismo, con exponentes como el estadounidense Truman Capote, considerado como uno de sus creadores, y en América Latina, Gabriel García Márquez, máximo representante de las letras en Colombia. El tema del Nuevo Periodismo, sus características y sus principales forjadores y miembros, será motivo de una próxima columna en este blog, creado para quienes viven con pasión el ejercicio de la considerada “profesión más bella del mundo”.
Según el brasileño José Márquez de Melo, con la invención de la imprenta no nació el periodismo, sino la publicidad y la propaganda. Sólo cuando se dan ciertas condiciones de libertad económica y de pensamiento, a principios de 1700, se puede decir que nace el periodismo como tal.
Demos un gran salto histórico hasta mediados de 1800, cuando se retoma bajo la forma de la pirámide invertida, la idea del hexámetro de Quintiliano, 17 siglos después de creado. Pese a ello, la agencia norteamericana “The Associated Press”, se ha atribuido la invención del reconocido método.
La evolución del periodismo lo llevó en tiempos más recientes, al nacimiento del llamado Nuevo Periodismo, con exponentes como el estadounidense Truman Capote, considerado como uno de sus creadores, y en América Latina, Gabriel García Márquez, máximo representante de las letras en Colombia. El tema del Nuevo Periodismo, sus características y sus principales forjadores y miembros, será motivo de una próxima columna en este blog, creado para quienes viven con pasión el ejercicio de la considerada “profesión más bella del mundo”.
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